Puigdemont: ¡que se vaya a la mierda! Y si tiene un momento... al médico

Estoy profundamente preocupado. Muy preocupado porque ahora tengo la certeza de que la Comunidad Autónoma de Cataluña está gobernada por una persona que necesita ayuda médica, Está encantado de haberse conocido. 

He escuchado, atónito la entrevista de Mónica Terribas de Cataluña Radio al Presidente de la Generalidad. Carles Puigdemont tiene una distorsión de la realidad. No entiende ni sabe dónde está. Ha explicado que va a generar y crear un sistema de embajadas (no oficinas de comercio) para explicar su proyecto de Estado Catalán y de paso a una república catalana, le guste o no le guste al Estado Español, y a continuación a preguntas de la presentadora ha manifestado que no le ha llamado nadie para felicitarle por su nombramiento como Presidente, excepto el vicepresidente del gobierno balear. 

No le ha llamado nadie del PP, ni de Ciudadanos, ni de Podemos, ni del PNV, ni de IU-UP, ni tampoco le ha llamado nadie del PSOE. Y es que eso es lo que me ha preocupado, que Puigdemont estuviera preocupado. Y he llegado a la conclusión espontánea de que ¿cómo es posible que alguien que incumple las leyes, que amenaza con arrebatarle a los ciudadanos españoles, incluidos los catalanes, una parte de su propio País y que amenaza con una declaración unilateral de independencia (es decir, violencia callejera) pretenda que alguien le hubiera llamado por teléfono? Es un enfermo o un facha convulso.

Cómo es posible que el Presidente Carles Puigdemont que recibe dinero del Estado Español, es decir, de todos los españoles de todas partes esté creando una estructura de estado para romper el Estado y no se de cuenta que su propio sueldo lo cobra porque el Estado Español se lo paga. 

Bueno, es un verdadero enfermo. Un facha sin solución. 

Que se queja lamenta que no le haya llamado nadie para felicitarle. Cuando es él, el que tiene que llamar al Gobierno para ponerse al servicio de los ciudadanos de toda España, ya que el Presidente de la Generalitat cobra de toda España. 

Pero ¿Qué esperaba? Qué le llamaran para decirle cuantas leyes piensa incumplir durante el próximo mes e invitarle a tomar un café? 

Es preocupante, y con todo respeto: necesita un médico. Y qué se vaya a la mierda. Pero que se vaya con todo respeto.